Pero no cambia mi amor:

Por más lejos que me encuentre no ha cambiado en nada mi amor.

Sigue siendo el mismo; juguetón, amable, apasionado y sobre todo chupasangre.

He mordido tantos cuellos amorosos que me sonrojo al revisar esa lista que incluye a parientes, amistades y por cierto amores inconclusos (como todos los amores que desfilan ante mi memoria) pero no me arrepiento. He ofrecido en cada caso, en cada oportunidad mi cuello, mi vena para también ser mordida, succionada la sangre oscura que transita por mi cuerpo entero.

Y no ha cambiado mi amor, por más lejos que me encuentre. Lejos en distancia, en memoria, en carne y alma.

Y no cambiará mi amor, seguirá así tal cual como es, como lo traigo desde mi alumbramiento o quizás desde que mis padres me torcieron el amor.

Hoy cambié mi número de móvil. Si alguien quiere el nuevo por favor escribir a xencargo@gmail.com.