Caminamos juntos cientos de calles,
los mismos pasos a veces torpes, a veces alegres.
Tu nombre lo consumí junto al mar gris que me lo preguntaba.
Tu nombre me acompañó en sueños soitarios,
en canciones homenaje e tu lejana presencia.
¿Será suficiente el amor?
Si al despedirme de tu abrazo me despido de la vida,
si al dejar de percibir lentamente el aroma de tu boca,
el sonido de tu pelo suelto, el calor de tu aliento,
me despido de la vida.
Hago de nuevo el ejercicio hermoso
de regalarte mi alma en forma de palabras,
y no sé si será suficiente.
Y no lo sabrán aquellos que se cruzaban
entre nuestras miradas tristes,
y no lo sabrán nuestras miradas tristes
que no se interrumpieron ante el paso
de los que se cruzaban.
No lo sabrá aquel cuarto blanco y frío
que nos refugió del juicio ajeno,
No lo sabrán mis manos en tu pelo,
tus senos en mi boca.
Pero es muy probable que alguna idea tengan
las lágrimas
testigos húmedos de los amores eternos.
¿Será el amor suficiente?
Que lo digan las plazas, los taxis, las sillas, las camas mustias.
Que lo digan todos los soles, todas las lunas
que alguna vez nos vieron juntos.
los mismos pasos a veces torpes, a veces alegres.
Tu nombre lo consumí junto al mar gris que me lo preguntaba.
Tu nombre me acompañó en sueños soitarios,
en canciones homenaje e tu lejana presencia.
¿Será suficiente el amor?
Si al despedirme de tu abrazo me despido de la vida,
si al dejar de percibir lentamente el aroma de tu boca,
el sonido de tu pelo suelto, el calor de tu aliento,
me despido de la vida.
Hago de nuevo el ejercicio hermoso
de regalarte mi alma en forma de palabras,
y no sé si será suficiente.
Y no lo sabrán aquellos que se cruzaban
entre nuestras miradas tristes,
y no lo sabrán nuestras miradas tristes
que no se interrumpieron ante el paso
de los que se cruzaban.
No lo sabrá aquel cuarto blanco y frío
que nos refugió del juicio ajeno,
No lo sabrán mis manos en tu pelo,
tus senos en mi boca.
Pero es muy probable que alguna idea tengan
las lágrimas
testigos húmedos de los amores eternos.
¿Será el amor suficiente?
Que lo digan las plazas, los taxis, las sillas, las camas mustias.
Que lo digan todos los soles, todas las lunas
que alguna vez nos vieron juntos.
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